“Hay que llenar el Hipódromo”. La consigna fue más que clara. Los principales dirigentes tucumanos la escucharon apenas se conoció que el 17 de octubre se conmemorará en Tucumán con la visita del presidente de la Nación, Alberto Fernández. Una vez más, la idea del jefe de Gabinete Juan Manzur se consolida. Y fue respaldada por la cúpula de la CGT, que también comprometió su presencia al acto por el Día de la Lealtad. El oficialista Frente de Todos quiere la foto completa. Por eso se cursarán invitaciones a todos los justicialistas. En la nómina figurarán el ministro de Economía, Sergio Massa, gobernadores, intendentes, parlamentarios y referentes partidarios. ¿Y Cristina Fernández de Kirchner? Algunos dirigentes que ya organizan el mitin se mostraron algo optimista respecto de la visita de la vicepresidenta de la Nación. “ Ella no dijo que no”, fue el mensaje que se transmitió desde El Calafate. A la titular del Senado no le vendría mal un baño de peronismo en uno de los distritos en los que aún ella cuenta con militancia afín. Más aún en un momento complicado por las derivaciones de la “causa Vialidad”, que la tiene en vilo.
Osvaldo Jaldo sigue de cerca los preparativos. Desde el lunes último, el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo se encuentra en Buenos Aires en una misión oficial. Sin embargo, los temas electorales se cuelan en la agenda del gobernador interino. No sólo se inscribe el acto por el Día de la Lealtad, sino también la estrategia que, junto con Manzur, diseñan para tratar de retener el poder en los comicios de 2023. Precisamente, la fecha de convocatoria a las urnas es la cuestión central en la charla entre el gobernador en uso de licencia y su compañero de fórmula.
Manzur ha expresado su apoyo político e institucional hacia Jaldo, pero también ha dejado en claro que todavía no quiere hablar de candidaturas, escudándose en una frase que repite cada vez que hay una requisitoria periodística: “va a correr mucha agua bajo el puente”. El vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo continuará hoy con sus contactos institucionales y políticos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es probable que esta tarde retorne a Tucumán, aunque el regreso dependerá de un pedido que pueda formularle el jefe de Gabinete de la Nación, que tiene intenciones de venir mañana a esta ciudad. Manzur juega su propio partido. Si bien se especula con que el “plan A” es convertirse en compañero de fórmula de Jaldo (así se ubicaron en las encuestas que el oficialismo ha encargado en las últimas semanas), el titular del PJ tucumano no pierde la esperanza de continuar con cierto protagonismo político en el escenario nacional. Ese es otro de los motivos por los cuales propuso a la provincia como sede del reencuentro de la dirigencia peronista federal. Aníbal Urios, director de DC Consultores, afirma a LA GACETA que no es casual que el binomio presidencial quiera venir a esta ciudad a conmemorar el Día de la Lealtad. “Tucumán es una de las pocas provincias en la que Alberto y Cristina Fernández pueden estar relativamente tranquilos con el apoyo de la militancia, algo que ni siquiera en Santa Cruz ha podido sostenerse”, señala el analista político platense. Además, agrega, desde 2019 el distrito gobernador por Manzur-Jaldo ha venido reportándole victorias a la Casa Rosada. Urios especula con que Manzur se sintió presionado para organizar el acto en esta ciudad. “Más que levantar la imagen del Presidente, algo que no se logrará ni con una topadora, el acto puede servir para revitalizar a Cristina con una suerte de operativo clamor más por las causas judiciales que por las cuestiones electorales de 2023”, puntualiza el politólogo.
Aunque la imagen de Cristina Kirchner mejora un poco respecto a agosto, casi el 60% de los entrevistados por Ricardo Rouvier & Asociados la considera culpable de los hechos de corrupción por los cuales está siendo juzgada. Tanto el Gobierno nacional como el Presidente Alberto Fernández continúan con evaluaciones bajas y no logran recuperar imagen, a pesar del mejoramiento de algunos indicadores económicos.
En Tucumán, la directora de Meraki Consultora Política, Alexandra Morales, advierte que la visita de los líderes del oficialismo nacional se dará en una doble coyuntura: por un lado, con una gestión local que trata a todas luces de desligarse de la gestión federal, buscando construir una agenda propia que le permita fortalecer la percepción de la sociedad de cara a las próximas elecciones, contexto en el que le sienta bien que se concrete el proyecto de suspender las primarias. Además, le permite alejar las elecciones nacionales de las provinciales sin necesidad de que el gobernador en ejercicio deba retractarse de su anuncio.
Siguiendo esta línea, dice la analista a LA GACETA, “no deberíamos dejar pasar el hecho de que, según los últimos sondeos, el gobierno local ha conseguido que la perspectiva provincial mejore lenta pero sostenidamente, tanto en lo que respecta a la expectativa, como a la percepción de coyuntura”.
Por el otro lado, respecto de la oposición, no debe pasarse por alto el hecho de que, hasta el momento, el mitin del 17 de octubre va a estar precedido por la visita de Javier Milei, que llega a la provincia en simultáneo con una nueva, y contundente, victoria de la extrema derecha en italia, lo que obliga a incluirlo en los análisis.
“Al mismo tiempo, en el plano concreto de los referentes opositores locales, aún cuando desde la dirigencia se plantea la existencia de una oportunidad clara de hacerse con la gobernación en el 2023, esas expectativas no se reflejan con la misma identidad en la ciudadanía”, acota. En particular menciona a aquellos votantes que aún no se han definido por una u otra opción y que representan poco más del 35% del electorado de la provincia.